El escrito del Physiologus contaba que en un gran lago donde los animales se reunían para beber, una serpiente envenenó el agua, pero un unicornio hizo la señal de la cruz con su cuerno para que el veneno se volviera inofensivo y los animales pudieran beber de manera segura.
A partir de las cualidades para la purificación del agua, la magia del cuerno de unicornio se extendió más tarde hasta llegar a considerarse como un antídoto medicinal universal.
Elemento medicinal
Con el tiempo, además de purificar el agua contaminada, se percibió que los cuernos de unicornio tenían poderosas propiedades curativas. Se utilizaban como antídotos contra los virus, lo que lo convirtió en uno de los remedios más caros durante el Renacimiento.
Considerado como uno de los activos más valiosos que un rey podía poseer, el cuerno de unicornio se utilizó ampliamente en las cortes reales como fármaco. Éste se pudo comprar en boticarios hasta el siglo XVIII. Los alquimistas que trabajaban para familias reales y nobles solían utilizarlo en la elaboración de medicamentos.
Se suministraba para combatir los síntomas de la rubéola, el sarampión, la fiebre y los dolores. Los monjes parisinos se lo dieron a los leprosos para facilitar la curación de sus heridas. También se lo recomendaron a los nobles y la familia real para luchar contra la plaga.
Muchos autores medievales de renombre dedicaron obras completas a sus propiedades medicinales. Una de estas fue el tratado de El Unicornio de Andrea Bacci en 1573, donde hablaba de sus maravillosas propiedades y su uso. El famoso cirujano francés, Ambroise Paré, con el libro Discourse On Onicorn de la década de 1580 marcó lo que algunos historiadores ven como los comienzos del método experimental.
Protector contra el veneno
El unicornio mantuvo una asociación simbólica con la virginidad y se convirtió en un símbolo de la encarnación de la Palabra de Dios, la inocencia y el poder divino en la Tierra. En los círculos reales, los cuernos de unicornio se consideraban reliquias altamente sagradas y normalmente se montaban en zócalos de plata y se presentaban como trofeos. También aparecen en varios recursos históricos incluyendo el Concilio de Trento en 1563, la catedral de Saint-Denis en París y la abadía de Westminster en Londres.
El papa Clemente VII ofreció un famoso cuerno de unicornio al rey Francisco I de Francia, en la boda de su sobrina en 1533. El gran inquisidor Torquemada señaló que siempre llevaba uno para protegerse de venenos y asesinos.
En 1587, el médico francés Ambroise Paré explicó que los cuernos se usaban en la corte del rey de Francia para detectar la presencia de veneno en la comida y la bebida. Se dijo que si el cuerno se calentaba y empezaba a producir humo, el plato estaba envenenado.
Hogares reales crearon cetros y otros objetos sagrados a partir de cuernos de unicornio. Por ejemplo, el cetro y la corona del Imperio austríaco, la vaina y la empuñadura de la espada de Carlos el Audaz. Un cuerno raro y retorcido conocido como “El cuerno” fue otorgado a Carlomagno por parte del Califa de Bagdad, Harun al-Rashid, en el 807 dC y se exhibe en el Musée national du Moyen Âge.
Probablemente el uso real más espectacular se encuentra en la Silla del Trono de Dinamarca. Según la leyenda, está hecha con cuernos de unicornios.
El precio del cuerno de unicornio
Su precio varía considerablemente en las diferentes fuentes escritas del pasado donde se documentó. El problema de estimar su valor se ve agravado por las diferentes fechas y la cotización de las diferentes monedas. Sin embargo, no cabe duda de que, aunque el precio variaba, era un bien muy valioso y sólo accesible para la gente rica.
En 1609 un médico florentino observó que los boticarios lo vendieron a £ 24 por onza. Uno perteneciente al rey de Francia fue valorado en £ 20,000 en el año 1553 y el valor de otro en Dresden, en el mismo siglo, se estimó en 75,000 thalers.
En su apogeo, valía literalmente 10 veces su peso en oro. En 1560, los mercaderes alemanes vendieron uno a un astrónomo por 90,000 escudos y posteriormente éste fue vendido al Papa por unas £ 18,000.
El hecho de que las personas ricas y poderosas tuvieran mayor riesgo de ser envenenadas aseguraba que siempre hubiera suficientes clientes con suficiente dinero para mantener su alto precio.
¿Qué era realmente el cuerno de unicornio?
Las creencias de que el producto con el que se hacían medicinas y objetos mágicos era realmente polvo de cuerno de unicornio se acabaron en el siglo XVIII cuando los navegantes descubrieron en el mar un nuevo tipo de pez llamado narval con un diente exterior alargado muy similar al cuerno de un unicornio. Al narval también se le ha llamado unicornio de mar.
También se cree que generalmente era marfil de morsa y cuerno de rinoceronte.
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